En la tarde del 18 de junio, el líder sij Hardeep Singh Nijjar fue asesinado a tiros por dos enmascarados en un aparcamiento en la ciudad de Surrey, en la Columbia Británica. Este lunes, el primer ministro canadiense, Justin Trudeau, ha culpado de este hecho al Gobierno de la India y ha sostenido que tiene pruebas que lo demuestran, lo que supondría una violación de la soberanía de Canadá y de los derechos humanos.
La tensión entre Canadá y la India crece por momentos. Trudeau ha informado este lunes que han expulsado del país al jefe del servicio de inteligencia exterior de India en Ottawa, y la respuesta del país asiático no se ha hecho esperar, ya que el Ministerio de Exteriores ha expulsado este martes a un enviado canadiense.
¿Quién era Hardeep Singh Nijjar?
Hardeep Singh Nijjar, de 45 años, era el líder de la Fuerza de los Tigres de Jalistán, un grupo independentista que busca la autonomía de Jalistán, un territorio al norte del país que comprende las provincias de Punyab, Haryana, Himachal Pradesh, Chandigarh, Delhi y partes de Cachemira y Rajastán, donde está asentada la comunidad sij en la India.
Nijjar defiende la creación de un Estado sij independiente en el norte de la India y parte de Pakistán. El Gobierno y la mayoría de partidos políticos indios se oponen a ese y otros tipos de secesionismo, que están ilegalizados en el país. En este sentido, Nueva Delhi lo acusó de llevar a cabo atentados terroristas en el país, algo que él negó.
El sijismo como religión
Según datos del Ministerio de Asuntos Exteriores, la religión sijista representa un 1,7% de la población en la India. Los sijes se independizaron del Imperio afgano y fueron independientes entre 1799 y 1849, pasando después a manos de los británicos y posteriormente de la India.
La Real Academia Española define el sijismo como una religión monoteísta fundada por Gurú Nanak en la India en el siglo XVI (aunque otros la establecen a finales del XV), que combina elementos del hinduísmo y del islamismo. Canadá tiene la mayor población sij fuera del Punyab indio, con más de 770.000 personas, es decir, alrededor del 2% de una población total de 38 millones y medio.
El movimiento independentista sij, explica David Alandete, corresponsal de ABC en Washington, alcanzó su punto máximo en la década de los 80 en el estado de Punjab, con repetidos ataques violentos de tipo insurgente y miles de muertes. En 1984, el ejército indio intervino en el Templo Dorado en Amritsar para vaciarlo de activistas, con numerosas víctimas civiles. Los guardaespaldas sijs de la primera ministra Indira Gandi la mataron después en represalia por esa operación.
¿Por qué estaba Nijjar en Canadá?
El líder separatista nació en 1977 en el distrito de Jalandhar, en el estado de Punjab, en el norte de la India, y se mudó a Canadá en 1997, donde trabajó como fontanero, ha indicado el Khalistan Extremism Monitor del Instituto independiente para la Gestión de Conflictos.
India había solicitado a Canadá la extradición de Nijjar, que tenía nacionalidad canadiense, en 2016, pero él negó entonces todas las acusaciones de terrorismo por parte del Gobierno indio.
El asesinato
Según Reuters, en la tarde del 18 de junio, la Real Policía Montada de Canadá (RCMP) recibió un informe de un tiroteo en el Guru Nanak Sikh Gurdwara, un lugar de culto sij, en la ciudad de Surrey, en la provincia de Columbia Británica.
Entonces localizaron a Hardeep Singh Nijjar, que sufría múltiples heridas de bala que finalmente acabaron con su vida allí mismo, dentro del vehículo donde se encontraba.
Los investigadores hablaron de dos sospechosos que huyeron de la escena a pie y probablemente tenían un vehículo esperándolos cerca de la escena del crimen. Los describieron como «hombres corpulentos, que usaban cubiertas para la cara». Más tarde, las autoridades hablaron también de una tercera persona implicada. No obstante, nadie fue arrestado. En julio se indentificó el vehículo que se usó para huir tras el crimen: un Toyota Camry 2008 plateado.
Protestas en julio
El asesinato de Nijjar provocó protestas en Canadá, EE.UU. y Reino Unido en el mes de julio. Cientos de personas de la comunidad local sij protestaron frente al consulado indio en Toronto tras la muerte del líder separatista, según recoge la ‘BBC’, y plantearon sospechas de que podría haber habido interferencia extranjera en el homicidio.
Se podía leer algunos carteles en los que etiquetaban a los diplomáticos indios en Canadá como «asesinos», lo que llevó al Gobierno del país asiático a convocar al enviado canadiense.
Nijjar es la tercera figura destacada sij que muere inesperadamente en los últimos meses. Según la televisión pública británica, en el Reino Unido, Avtar Singh Khanda, de quien se decía que era el jefe de la Fuerza de Liberación de Jalitán, murió en Birmingham en junio en «circunstancias misteriosas», que algunos relacionan con un posible envenenamiento.
Sospechas detrás Gobierno indio
Este lunes, el primer ministro, Justin Trudeau, declaró en una sesión de emergencia de la oposición parlamentaria que su gobierno tiene «alegaciones creíbles» que vinculan a agentes indios con la muerte del dirigente sij Hardeep Singh Nijjar en la Columbia Británica. «La implicación de un Gobierno extranjero en el asesinato de un ciudadano canadiense en suelo canadiense es una violación inaceptable de nuestra soberanía», manifestó Trudeau.
El primer ministro canadiense ha confirmado que trató directamente este asunto con el primer ministro indio, Narendra Modi, y le instó a «cooperar con Canadá para llegar al fondo de este asunto». «Canadá ha declarado su profunda preocupación a los principales funcionarios de inteligencia y seguridad del Gobierno indio. La semana pasada, en el G20, se los presenté personal y directamente al primer ministro Modi en términos muy claros», expuso Trudeau.
En este sentido, Narendra Modi transmitió a Trudeau su gran preocupación por las recientes manifestaciones en Canadá de la comunidad sij a favor de un estado independiente.
Repercusiones diplomáticas
Debido a las sospechas, el Gobierno canadiense ha expulsado al jefe del servicio de inteligencia exterior de India en Ottawa, según ha señalado la ministra de Asuntos Exteriores canadiense, Mélanie Jolie, sin identificar al funcionario.
Por su parte, el Ministerio de Relaciones Exteriores indio ha calificado de «absurdas» las acusaciones de que hubiera implicación gubernamental en la muerte de Nijjar y ha ordenado a un diplomático canadiense salir del país en un plazo de cinco días.
Toda esta tensión diplomática amenaza también los vínculos comerciales entre ambos países. Canadá tenía previsto para el año que viene un acuerdo comercial con la India para aumentar su presencia en la región del indo-pacífico y, por el momento, está paralizado.