«¿Qué tendríamos que ver? ¿Qué nos disparen de frente?». Con lacónicas preguntas en tono irónico contestaba Cecilia Flores, famosa fundadora de las ‘Madres Buscadoras de Sonora’, después que Luisa Alcalde, secretaria de Gobernación, menospreciara el tiroteo sufrido por un grupo de madres en Hermosillo, capital de Sonora a sólo tres horas de la frontera con Estados Unidos. La misma población en la que Flores ha tenido que emprender la búsqueda de tres de sus seis hijos, aunque el mejor de 15 años afortunadamente logró ser localizado con vida. Y es que esta madre soltera (y buscadora) personifica las 110.000 desapariciones en México hasta 2022, por lo que ha sido elegida como una de las 100 mujeres más influyentes del Mundo, relataba los hechos: «Atentaron contra unas madres».
Debido a una llamada anónima las compañeras de Flores, que no se encontraba en el lugar de los hechos, acudieron raudas a una fosa común en la que les habían chivado que podrían localizar a sus hijos desaparecidos. Gracias a que se encontraban acompañadas de la Guardia Nacional y la Comisión de Búsqueda del Estado «pudieron salir vivas de ese (violento) lugar inmediatamente». Las Madres Buscadoras mantienen que hubo una balacera (tiroteo), sin embargo, el Gobierno ha dado otra versión relatando que «no existió esa agresión» minimizando los hechos para atestiguar que «sólo se produjeron algunos tiros hacia arriba». El subsecretario Encinas afirma que no hubo tal altercado (suponemos que sustituido por otro de mayor envergadura), sino que se produjo en otro lugar «sin relación con este evento».
Ante la falta de apoyos, se vislumbra un razonable hartazgo de las ‘Madres Buscadoras’ que propusieron, hace poco más de una semana, a los narcotraficantes que se rediman para el Nobel de la Paz en 2024 si realmente detienen la violencia y aseguraron que el panorama mexicano es tal que en ocasiones estas bandas organizadas son las que «ponen orden evitando robos y violaciones a la población» ante la inacción de las autoridades.
La desesperación de las Madre coraje
A estas intrépidas madres no les dejan ni retirar los cadáveres de sus familiares que en la mayoría de los casos son víctimas de un secuestro rápido para acabar tiroteados y ser enterrados en fosas esparcidos por el pantagruélico desierto de Sonora o el Mar de Cortés. Las bandas organizadas, que suelen formar parte de los carteles de narcotráfico, impiden operar a las autoridades que no suelen inmiscuirse en la inacción que reina en México y mucho menos facilitar el acercamiento de familiares ante el peligro de que puedan recabar pruebas que les incriminen en un caso de asesinato.
Así Flores ha mandado de nuevo un mensaje redentor para liberar a los cadáveres y que estas madres puedan velarlos. Tras admitir que las madres afectadas se encuentran en estado de shock implora directamente a los carteles que les dejen simplemente buscar, ya que ni tan siquiera pretenden dar con los culpables de la muerte de sus familiares cercanos, sólo buscan dar «una sepultura digna a nuestros hijos».
El ‘porqué’ de la violencia en México
Las bandas organizadas se imponen en un México con récord de asesinatos en el sexenio más violento de la historia reciente en el que se ha alcanzado los 156.136 asesinatos registrados. Mientras la impunidad, la verdadera problemática mexicana, campa a sus anchas, sobre todo, en escenarios dignos de película de terror en las áreas más peligrosas. Y es que sólo 24 horas después de este ataque a las ‘Madres Buscadoras’, asesinaban a Víctor Salas Cuadras cuando ejercía como titular de la Fiscalía del estado mexicano de Guerrero, aunque mantenía su cargo como teniente coronel de la Secretaría Nacional de la Defensa Nacional. Salas apenas pudo tomar posesión de su cargo ya que a dos días de ser proclamado fiscal fue sacado a la fuerza de su hogar para, cinco horas más tarde, ser localizado asesinado con impactos de arma de fuego en El Jaripo, situado en Tierra Caliente, una de las zonas más problemáticas de México.