Blue Origin, la compañía espacial fundada en 2000 por Jeff Bezos, ha suspendido el lanzamiento de su primer cohete orbital, el New Glenn, que debía despegar este lunes a la 1:00 a.m. ET desde el Complejo de Lanzamiento 36 en Cabo Cañaveral, Florida. . La cancelación se debió a problemas técnicos que los ingenieros no pudieron resolver a tiempo, dijo la compañía.
Ariane Cornell, vicepresidenta de sistemas espaciales de Blue Origin, explicó durante la transmisión en vivo:
«Estamos suspendiendo el intento de lanzamiento de hoy para resolver un problema en el subsistema del vehículo».
Tras el anuncio, los equipos responsables comenzaron a vaciar el cohete de combustible, medida habitual en estos casos. Sin embargo, Blue Origin no proporcionó ninguna información específica sobre la naturaleza de los problemas técnicos que llevaron a la cancelación.
Cornell añadió que aún no hay una nueva fecha para otro intento de lanzamiento:
«Evaluaremos qué pasos debemos tomar durante este tiempo de inactividad y eso nos ayudará a decidir cuándo es la próxima oportunidad de lanzamiento».
Un paso importante para ser competitivo en el mercado orbital
Este lanzamiento supuso un hito importante para Blue Origin, que pretende posicionarse como un serio competidor en el mercado mundial de cohetes espaciales, actualmente dominado por SpaceX de Elon Musk. Hasta ahora, Blue Origin era más conocida por sus vuelos de turismo espacial suborbital con el cohete New Shepard. Sin embargo, New Glenn representa un paso significativo hacia misiones más complejas, como llevar satélites y cargas útiles a órbita.
El vuelo cancelado fue diseñado como una prueba no tripulada para demostrar que el New Glenn era capaz de alcanzar la órbita terrestre. Este éxito habría marcado el inicio de una nueva etapa para la empresa, permitiéndole competir en contratos gubernamentales y comerciales de alto valor.
¿Cómo es New Glenn?
El New Glenn es un gran cohete con una altura de unos 98 metros, el equivalente a un edificio de 30 pisos. Su diseño incluye varias partes clave:
- la primera etapa: un propulsor de cohete que proporciona el empuje inicial para el lanzamiento.
- el nivel superior: Ubicado en el propulsor y destinado a transportar la carga útil al espacio. En esta misión, la bodega de carga albergaría tecnología de demostración experimental.
El New Glenn es el primer cohete desarrollado por Blue Origin con la capacidad de poner en órbita satélites y naves espaciales, una característica clave para competir con empresas como SpaceX y United Launch Alliance (ULA).
Objetivos de vuelo de prueba
El lanzamiento fallido sirvió para varios propósitos importantes. En primer lugar, Blue Origin quería validar el diseño del cohete New Glenn, en el que llevaba trabajando más de una década. Este éxito técnico habría sido un éxito simbólico y operativo para la empresa.
Otro objetivo era probar la tecnología prevista para la nave espacial prevista, el Anillo Azul. Este vehículo está destinado a actuar como un “viaje compartido” en el espacio, transportando múltiples satélites a diferentes órbitas.
Además, uno de los hitos clave para Blue Origin fue el inicio del proceso de certificación del New Glenn para misiones de seguridad nacional. Esta medida es fundamental ya que permitiría que el cohete participe en contratos del Departamento de Defensa de EE. UU. y lleve cargas militares a órbita.
En junio de 2024, Blue Origin fue seleccionada junto con SpaceX y ULA para ofertar por 5.600 millones de dólares en contratos de seguridad nacional. Para asegurar su participación en estas misiones, el cohete debe someterse a rigurosos vuelos de certificación durante los cuales el gobierno evalúa su diseño y desempeño.
El desafío de competir con SpaceX
La cancelación del lanzamiento pone de relieve los desafíos que enfrenta Blue Origin mientras intenta competir con SpaceX, que ha dominado el mercado de lanzamientos espaciales durante años gracias a su cohete reutilizable Falcon 9 y su último desarrollo, el Starship.
Si bien SpaceX realiza lanzamientos orbitales con regularidad, Blue Origin aún se encuentra en las primeras etapas de demostración de las capacidades de su cohete New Glenn. Sin embargo, la empresa tiene grandes ambiciones y quiere posicionarse como un actor importante en el sector espacial, tanto a nivel comercial como gubernamental.
Por ahora, Blue Origin debe resolver los problemas técnicos que afectan a New Glenn antes de que se puedan reanudar los intentos de lanzamiento. Aunque este revés representa un retraso en sus planes, la empresa sigue comprometida con alcanzar sus objetivos a largo plazo.
Con grandes pedidos y un mercado competitivo, el éxito de New Glenn será fundamental para el futuro de Blue Origin en la industria aeroespacial.