El periodista Ramn Lobo, que ha fallecido este mircoles en Madrid, era uno de los corresponsales ms bregados en conflictos armados, como los Balcanes, Chechenia, Ruanda y Sierra Leona, Irak o Afganistn, desde donde escribi durante veinte aos para El Pas las estremecedoras historias humanas que dejan las guerras.
Ha muerto a los 68 aos tras una vida intensa, que dej impresa en miles de crnicas que hizo con honestidad, tica y humanidad, y persiguiendo siempre, como sostena, la credibilidad y la verdad.
Era la forma de escribir de este maestro del reporterismo en el que mandaba tambin la irona, el sarcasmo inteligente, el sentido del humor, y por encima de todo -como -el deca- el lema de vida que segua de su madre: «no rendirse nunca jams».
Su forma de afrontar su ltima gran batalla, la del cncer, ha sido una de las ltimas contribuciones a sus seguidores, tal y como lo han plasmado en las redes sociales.
«Tengo un problema mdico que se llama cncer. Voy a pelear. Soy del Real Madrid y luchar hasta el ltimo minuto», dijo con cierto humor el pasado mes de octubre, cuando anunci que sufra dos cnceres simultneos no relacionados entre s en el programa de la SER «A vivir que son dos das» en el que colaboraba hace diez aos.
Y es que a Lobo le gustaba rerse y ‘jugar’ un da s y otro tambin sobre la muerte, algo a lo que estaban acostumbrados amigos como el periodista Gervasio Snchez, quien le conoca desde hace 30 aos.
En estos ltimos das, Gervasio le quiso dedicar «una declaracin de vida, admiracin y amor, y una reflexin cariosa» sobre todo lo que vivieron juntos. «Antes que anochezca, querido Ramn», se titula este artculo escrito el 29 de julio.
Es un canto a la amistad, que refleja el respeto de los compaeros de profesin a Lobo, a quien le deca que se fuera tranquilo por haber conseguido algo muy difcil: formar parte de la cpula de la ‘tribu periodstica’ que encabezan los desaparecidos Manu Leguineche y Enrique Meneses.
A partir esa despedida, las cuentas de Twitter de Gervasio y Lobo no han parado de recibir mensajes de admiracin por ser un «gran referente hasta sus ltimas consecuencias» y por haber enseado a tantos jvenes este oficio, que le hizo merecedor de galardones como el Cirilo Rodrguez, el Premio Internacional de Periodismo del Club Internacional de Prensa y la Ctedra Manu Leguineche.
En El Pas estuvo como enviado especial a conflictos blicos de 1992 a 2012, pero antes fue redactor jefe de Internacional en El Sol, pas por los diarios econmicos Expansin, Cinco Das y La Gaceta de los Negocios, y en Washington trabaj en La Voz de Amrica y fue corresponsal para Antena 3 y Euskadi Irratia.
Lobo dej El Pas en noviembre de 2012 al verse afectado por un Expediente de Regulacin de Empleo (ERE), pero continuaba a da de hoy ligado a Prisa con su colaboracin en la SER.
Tuvo adems un blog («En la boca del lobo»), ejerci de columnista del digital InfoLibre y de El Peridico de Catalunya, pero adems escribi libros con historias de su paso por las numerosas guerras como «El hroe inexistente», «Isla frica», «Los cuadernos de Kabul» o «Autoestopista de Grozni, entre otros.
En su autobiografa «Todos nufragos» cont, adems, la complicada infancia que tuvo a causa de un padre muy autoritario y falangista y se consideraba, al igual que Espaa, «vctima de una transicin mal resuelta».
Deca que encontr en el periodismo su «salvacin». Desde los catorce aos siempre quiso ser periodista, y encontr el sentido de su trabajo en contar historias de los que sufren dentro de las guerras y se sinti un privilegiado por hacer el relato de las vctimas de los dos lados. Y siempre -como contaba- intent «buscar los grises y gente que construye puentes no muros».
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