Biden asiste a la cumbre de APEC en medio de tensiones comerciales

Biden asiste a la cumbre de APEC en medio de tensiones comerciales
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El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, se encuentra en Lima para asistir a la reunión de líderes del Foro de Cooperación Económica Asia-Pacífico (APEC). Este es su último viaje internacional antes del traspaso del poder al republicano Donald Trump. Este evento genera preocupación sobre las políticas de proteccionismo comercial que pueden surgir en el futuro.

En la reunión, el legado de Biden se verá ensombrecido por la presencia del presidente chino, Xi Jinping, quien también se encuentra en Lima y recibe honores de Estado en el palacio de gobierno. La reunión subraya la creciente influencia de Beijing en la región, especialmente en momentos en que se espera que asuma el nuevo alcalde de una ciudad sudamericana, un proyecto patrocinado por una empresa estatal china.

Un ejemplo significativo de esta dinámica es el megapuerto de Chacay, un importante proyecto para el comercio entre América Latina y China, que representa una inversión china de 1.300 millones de dólares. Durante las últimas dos décadas, China ha reemplazado a Estados Unidos como el socio comercial más importante para muchos países del continente.

Está previsto que Biden se reúna con Xi Jinping el tercer y último día de su mandato. Este foro representa más de la mitad del comercio mundial y reúne a líderes de países con diversos intereses, incluidos Estados Unidos, China, Australia, Japón, Vietnam, Indonesia y Chile.

La cumbre de Lima ofrece a Biden la oportunidad de mantener un diálogo trilateral con el nuevo primer ministro japonés Shuigeru Ishiba y el presidente surcoreano Yoon Suk-yeol. Washington está tratando de “institucionalizar” este diálogo, que muchos ven como una estrategia para contrarrestar la influencia de China en la competencia global.

Hacia el final de su mandato, Biden también se reunirá con la presidenta peruana, Dina Boluarte, para agradecerle su cooperación en la lucha contra el narcotráfico y el desarrollo de infraestructuras en el país.

Sin embargo, esta cumbre de APEC destaca la intensa competencia global entre China y Estados Unidos. Jake Sullivan, asesor de seguridad nacional, ha subrayado que la inauguración del megapuerto de Chacay no significa una disminución de la influencia de Washington en América Latina. Sullivan señaló que Estados Unidos ha invertido más de 6 mil millones de dólares en Perú, lo que sugiere que la afirmación de que China ha superado a Estados Unidos en la región es falsa.

Christopher Hernández-Roy, subdirector del Programa de las Américas del Centro de Estudios Estratégicos e Internacionales (CSIS), señaló que China ha logrado construir relaciones comerciales sólidas a través de empresas estatales, mientras que Estados Unidos debe competir en el capital privado. . Hernández-Roy advirtió que el país había subestimado las incursiones de China en la región en los últimos años y sugirió que Estados Unidos necesitaba fortalecer sus vínculos con socios comerciales y compartir redes de distribución para mantener su posición geopolítica.

La visita de Biden a Lima se produce en un momento crítico, ya que Donald Trump ha prometido implementar medidas proteccionistas para contrarrestar la competencia de China y otros socios comerciales y proteger industrias clave e impulsar la producción nacional.

A pesar de las tensiones, Sullivan dijo que se han logrado avances en la estabilización de las relaciones de rivalidad geopolítica entre Washington y Beijing durante el mandato de Biden. Sin embargo, destacó que Estados Unidos seguirá compitiendo fuertemente con China, lo que sugiere que la dinámica en el comercio global y la política internacional seguirá siendo compleja en el futuro cercano.

La cumbre de APEC en Lima se presenta como una fase crucial que definirá no sólo las relaciones comerciales sino también las estrategias geopolíticas que podrían determinar el rumbo de las interacciones internacionales en los próximos años. A medida que las economías del mundo se adaptan a un entorno cambiante, la capacidad de Estados Unidos y sus aliados para mantener una influencia significativa en la región determinará su futuro económico y político.

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