Este lunes, el Gobierno de Ecuador anunció el nombramiento de Sariha Moya como vicepresidenta interina, en reemplazo de Verónica Abad, quien fue suspendida de sus funciones por un período de 150 días. La decisión fue comunicada oficialmente por la Presidencia de la República, de conformidad con el artículo 150 de la Constitución, que autoriza al Ejecutivo a nombrar un sustituto temporal en caso de ausencia o sanción de un alto funcionario.
La sanción a Abad coincide con los últimos meses del actual gobierno, ya que el próximo gobierno se instalará tras las elecciones parlamentarias previstas para el próximo año. Durante este tiempo, Moya asumirá la responsabilidad como vicepresidente hasta que finalice la suspensión de cinco meses.
Los motivos de la sanción.
Verónica Abad fue sancionada el pasado sábado por el Ministerio de Trabajo, que consideró que la funcionaria había cometido un delito grave al abandonar sus funciones sin justificación. Según un comunicado oficial, la prohibición se aplica a los días laborables y fines de semana y se aplicará sin pago.
El caso que motivó esta decisión se remonta al 1 de septiembre, cuando Abad incumplió una orden de trasladarse desde Israel, donde se desempeñaba como embajadora, a Turquía, país donde el gobierno ecuatoriano debía representar a Turquía. contexto de un conflicto regional. Abad afirmó que el viaje no se organizó adecuadamente y que la situación significaba que sus hijos tendrían que quedarse en Israel. Según el funcionario, se trató de un atropello personal y familiar.
A pesar de su justificación, las autoridades concluyeron que su negativa a viajar constituía un incumplimiento de sus deberes. Este episodio aumentó las tensiones entre Abad y el presidente Daniel Noboa, con quien mantiene una relación divisiva desde el inicio de su mandato.
Tensiones políticas y acusaciones en el gobierno
La relación entre Verónica Abad y Daniel Noboa nunca fue fluida. Ambos estuvieron involucrados en desacuerdos públicos incluso antes de llegar al poder. Noboa ha descrito repetidamente a Abad como una figura “desleal” dentro de su gobierno.
Esta situación se ha visto exacerbada por las recientes acciones legales de Abad. La ahora suspendida vicepresidenta presentó una denuncia contra el presidente Noboa y tres altos funcionarios de su gobierno, incluida la ministra de Relaciones Exteriores, Gabriela Sommerfeld, acusándolos de perpetrar violencia política de género en su contra. Según Abad, estas medidas pretenden deslegitimarlos y obstaculizar su papel dentro del Ejecutivo.
La violencia política de género se considera una grave violación de la legislación ecuatoriana. Las sanciones por este tipo de actos incluyen multas, despido y privación de derechos políticos por un período de hasta cuatro años. Abad ha pedido al juzgado correspondiente que investigue estos hechos y tome medidas al respecto.
Antecedentes de las sanciones contra Abad
No es la primera vez que Verónica Abad enfrenta medidas disciplinarias durante su reinado. El martes pasado, el controvertido tribunal electoral de Ecuador multó a la vicepresidenta con 8.500 dólares por su campaña de principios de 2023, cuando se postuló para la alcaldía de Cuenca, la tercera ciudad del país.
Las sanciones acumuladas, junto con las tensiones políticas y jurídicas, han creado un ambiente de inestabilidad en torno a la figura de Abad. Estas circunstancias han llevado al gobierno a tomar medidas más drásticas, como suspender temporalmente sus funciones y nombrar un vicepresidente interino.
Implicaciones políticas del nombramiento de Sariha Moya
La llegada de Sariha Moya como vicepresidenta interina llega en un momento crucial para la política ecuatoriana. Con las elecciones generales de 2024 en el horizonte, el gobierno se compromete a garantizar la continuidad y estabilidad en sus funciones.
La decisión de designar a Moya coincide además con la campaña electoral de Daniel Noboa, quien busca la reelección en los próximos comicios. Debido a las regulaciones ecuatorianas, Noboa debe delegar algunas de sus funciones como presidente mientras participa activamente en la campaña electoral, aumentando el peso político del rol de vicepresidente.
Abad, a su vez, ha sugerido que estas decisiones tienen como objetivo impedirle ganar mayor protagonismo político durante el periodo electoral. Según él, la sanción tiene como objetivo “impedir la sucesión presidencial” en caso de que Noboa tenga que delegar temporalmente el cargo.
Un contexto de polarización política
La situación actual refleja la dinámica de polarización política que atraviesa el Ecuador. La yuxtaposición de diferentes visiones dentro del poder ejecutivo y las denuncias sobre violencia política resaltan los desafíos que enfrenta el país en términos de gobernabilidad y respeto a los derechos de los funcionarios.
El caso de Verónica Abad también resalta la necesidad de revisar los mecanismos institucionales para resolver conflictos internos dentro del gobierno y garantizar que las sanciones disciplinarias se impongan de manera justa y proporcionada.
¿Qué sigue para el gobierno de Ecuador?
Con la suspensión de Abad y el nombramiento temporal de Sariha Moya, el Gobierno ecuatoriano intenta acercarse a la fase final de su mandato. Sin embargo, las tensiones internas y las acusaciones legales podrían seguir dominando la agenda política en los próximos meses.
Mientras tanto, el tribunal que investiga la denuncia de violencia política de género presentada por Abad tomará una decisión en los próximos días. Este fallo podría tener implicaciones significativas tanto para la vicepresidenta suspendida como para los altos funcionarios nombrados en su denuncia.
En un entorno político cada vez más complejo, el resultado de este caso será crucial para la dirección del gobierno de Noboa y su capacidad para abordar los desafíos internos y externos que enfrenta Ecuador.