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Una vez finalice el primer semestre de 2024, se habrá recopilado suficiente información para evaluar el desarrollo de las economías latinoamericanas y comenzar a hacer previsiones iniciales para 2025. Hay varios factores que influyen en este análisis como son: B. las políticas públicas, los precios de los recursos, los desastres naturales y las decisiones de las potencias mundiales.
Ernesto Revilla, economista jefe para América Latina de Citigroup, presentó un análisis trimestral de pronósticos macroeconómicos. Según Revilla, el panorama global es relativamente optimista. Sin embargo, actores importantes como Estados Unidos, la Unión Europea (UE) y China seguirán experimentando crecimiento económico, aunque a un ritmo más lento. Revilla describe este fenómeno como “dulce terror”.
Citigroup espera que el PIB de Estados Unidos crezca un 2,5% en 2023 y un 1,5% en 2024. Esta desaceleración no significa recesión, sino más bien una normalización del crecimiento tras la pandemia y el impacto de los altos tipos de interés que ya están provocando una desaceleración de la actividad económica. Del mismo modo, después de una caída del PIB de más del 1% en 2023, se espera que la UE crezca solo un 0,7% en 2024.
En China, se espera que el crecimiento del PIB se acerque al 5% en 2024 y se desacelere hasta el 4,6% en 2025. Si bien estas cifras son mejores que las de sus competidores occidentales, representan un crecimiento modesto en comparación con el promedio del 10% de las últimas tres décadas.
Perspectivas para América Latina
América Latina seguirá una tendencia similar, con un crecimiento del 2,5% en 2023 y una ligera caída hasta el 2,2% en 2024. Economías más grandes como Brasil y México son responsables de esta desaceleración debido a sus buenos resultados en 2023.
Sin embargo, países andinos como Perú, Chile y Colombia, que enfrentaron recesiones en 2023, mostrarán mejores resultados en 2024. Las decisiones de la Reserva Federal también afectarán a la región, ya que su desaceleración económica podría afectar las tasas de interés.
Revilla enfatiza que si bien el consumo de servicios sigue siendo alto en Estados Unidos, la desaceleración del crecimiento del PIB ya está teniendo un impacto en el mercado laboral. Si la inflación en Estados Unidos se acerca al objetivo de la Reserva Federal, esto podría llevar a una reducción de las tasas de interés, beneficiando a América Latina.
precios de bienes
Los precios de materias primas clave como el oro y el cobre continuarán su tendencia alcista hasta 2025, mientras que el petróleo experimentará una caída gradual. Esto permite a los países productores de recursos tomar precauciones.
Casos específicos: Perú y Colombia
Aunque el gobierno de Gustavo Petro ha introducido reformas estructurales en Colombia, su impopularidad y resistencia parlamentaria han frenado los desequilibrios fiscales. Se espera una “pequeña recesión técnica” en 2023, con un crecimiento del 0,6% y aumentos del 1,5% en 2024 y del 2,6% en 2025. La inflación sigue siendo un desafío, pero se espera una tendencia a la baja en la segunda mitad de 2024.
En Perú, las perspectivas económicas son positivas a pesar de la inestabilidad política. Se espera que el crecimiento del PIB sea del 2,4% en 2024 y del 2,9% en 2025, con una inflación que caerá al 2,4%. Citigroup destaca la fortaleza del banco central de Perú y las buenas reservas internacionales como factores clave para mantener la estabilidad económica.
Finalmente, la inauguración del Megapuerto de Chancay en noviembre de 2024 se presenta como una oportunidad para incrementar la actividad económica en el Perú en el corto y mediano plazo.
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