Rusia: Putin amenaza con armas nucleares capaces de “destruir la civilización” tras la idea de Macron de enviar tropas a Ucrania | Internacional

Rusia: Putin amenaza con armas nucleares capaces de “destruir la civilización” tras la idea de Macron de enviar tropas a Ucrania | Internacional

El presidente ruso, Vladímir Putin, ha amenazado este jueves con la opción nuclear si Occidente apoya con militares a Ucrania. “Los oponentes de Rusia deben recordar que nosotros tenemos armas capaces de alcanzar objetivos en su territorio y que lo que plantean asusta al mundo entero. Todo esto amenaza con un conflicto con armas nucleares y, por tanto, la destrucción de la civilización”, ha advertido el mandatario ruso en su discurso anual ante el Parlamento ruso al referirse a la polémica sugerencia del presidente francés, Emmanuel Macron, de apoyar a Kiev con tropas occidentales. Aunque París matizó posteriormente que estas unidades no entrarían en combate y solo formarían a los soldados ucranios, la idea ha agitado el debate público en diferentes países occidentales.

“Recordamos la suerte que corrieron aquellos que alguna vez enviaron sus contingentes a nuestro territorio, pero las consecuencias para los intervencionistas serán ahora mucho más trágicas”, ha alertado Putin ante la Asamblea Federal, un auditorio donde estaba toda la élite del Kremlin: desde el gabinete de ministros a los diputados de las dos cámaras rusas, la Duma Estatal y el Consejo de la Federación.

No es la primera vez en estos dos años de guerra que Putin amenaza con llegar hasta el final y usar su capacidad nuclear si Occidente ayuda a Kiev, aunque hasta ahora no ha pasado de las palabras. “Ante una amenaza a la integridad territorial de nuestro país, utilizaremos todos los medios a nuestro alcance [incluidos los nucleares] para proteger a Rusia y a nuestro pueblo; esto no es un farol”, ya dijo el mandatario en septiembre de 2022, cuando Rusia se anexionó sobre el papel cuatro regiones de Ucrania que Kiev disputa en el terreno con las armas occidentales.

Putin ha reiterado que Rusia no ha atacado a nadie y que su invasión de Ucrania es “una operación militar especial” pese a que el sábado entró en su tercer año de derramamiento de sangre. Asimismo, afirma que Rusia no es agresora, sino víctima de un supuesto ataque occidental.

“Occidente provocó conflictos en Ucrania, Oriente Próximo y otras regiones del mundo y continúa mintiendo. Ahora, sin ningún pudor, dice que Rusia supuestamente tiene la intención de atacar a Europa. Vosotros y yo sabemos que dicen tonterías. Son ellos quienes eligen los objetivos a atacar en nuestro territorio y escogen los medios de destrucción más efectivos. Ahora empiezan a hablar de enviar tropas a Ucrania”, ha declarado Putin. Con esa frase, hacía referencia también a los ataques ucranios contra objetivos militares en territorio ruso, desde la industria bélica y los depósitos de combustible a los aviones de inteligencia que supervisan el frente desde cientos de kilómetros de distancia.

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Rusia, obligada a “racionalizar” el gasto bélico

Aunque el presidente ruso se muestra exultante al asegurar que las sanciones no han paralizado a Rusia, el mandatario ha reconocido durante su intervención que su país tiene que mirar rublo a rublo el gasto bélico, tensado al máximo con una guerra sin horizonte claro. “Los planes son grandes, los gastos también”, ha lamentado Putin ante los parlamentarios.

“Occidente intenta arrastrarnos a una carrera armamentista. Así nos desgastarán y repetirán el truco con el que lograron acabar con la Unión Soviética en los años ochenta”, ha manifestado el presidente ruso al recordar que el gasto militar alcanzó en aquella época el 13% del Producto Interior Bruto (PIB) soviético. “Por lo tanto, nuestra tarea es enfocar el complejo militar-industrial de tal manera que aumente el potencial científico, tecnológico e industrial del país. Necesitamos distribuir los recursos de la forma más racional posible y establecer un presupuesto de fuerzas armadas eficiente”, ha enfatizado Putin, cuyos presupuestos para este año recogen un gasto militar teórico del 6% del PIB.

El líder ruso ha desmentido las acusaciones estadounidenses de que Moscú planee desplegar armas antisatélite en el espacio: “Es mentira, es una estratagema para arrastrarnos a negociar en términos que son solo beneficiosos para Estados Unidos”, ha asegurado el jefe de Estado ruso al explicar por qué están rotas las negociaciones con la Casa Blanca para reactivar los tratados para evitar una escalada militar.

“Estados Unidos propone a Rusia dialogar sobre la estabilidad estratégica mientras intenta infligir —citando al jefe de la diplomacia europea, Josep Borrell— una “derrota estratégica en el campo de batalla. Esto es hipócrita”, ha manifestado Putin, que exigió un pacto que salvaguarde sus intereses. “Si quieres discutir sobre cuestiones de seguridad y estabilidad que son importantes para todo el planeta, entonces debes hacerlo en un solo pack”, ha apuntado Putin.

El mandatario hizo balance también sobre las armas de vanguardia con las que amenazó a Occidente en 2018 en ese mismo escenario, su discurso sobre el estado de la nación. “El misil hipersónico Kinzhal es utilizado con gran eficacia para atacar objetivos especialmente importantes de nuestra operación militar especial [la ofensiva sobre Ucrania]”, apuntó Putin sobre un misil que cuenta con piezas occidentales y ha golpeado infraestructura civil en Ucrania. “Y también han sido entregados los primeros misiles balísticos pesados Sarmat. Pronto los mostraremos en zonas de operaciones”, añadió. En cuanto a las armas impulsadas con motores nucleares para desplazarse infinitamente, el misil Burevéstnik y el dron submarino Poseidón, “sus pruebas están a punto de concluir”, ha señalado.

Putin no anunció en esta ocasión nuevas armas, aunque aseguró que sus científicos “trabajan en proyectos prometedores”. No obstante, lanzó otra advertencia a las fuerzas de la OTAN: “La guerra ha dado una enorme experiencia militar a Rusia. Nuevas armas, nuevas tácticas, vemos dónde están los problemas, y se trabaja en ello sin descanso, en el frente y en la retaguardia”.

Putin se mostró confiado en que continuará su guerra en Ucrania hasta lograr todos sus objetivos. “No empezamos la guerra en Donbás [el conflicto desatado en el este de Ucrania entre 2014 y 2015], pero, como he dicho más de una vez, haremos todo lo posible para ponerle fin”, afirmó Putin, que calificó la anexión ilegal de Crimea y el apoyo militar a Donetsk y Lugansk hace diez años como “la primavera rusa”.

No obstante, al Kremlin se le agrandan todos los frentes. Putin anunció que desplegará nuevas tropas en la frontera con Finlandia, nuevo miembro de la OTAN, al mismo tiempo que mira con recelo hacia el Este, hacia China. “Es obvio que es necesario trabajar en un nuevo marco de seguridad igual e indivisible en Eurasia en un futuro. Estamos listos para una conversación sustantiva sobre este tema con todos los países y plataformas interesadas”, dijo el mandatario con tono afable hacia Pekín.

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