Bruselas vuelve a estar bajo alerta máxima terrorista. Al menos dos personas, de nacionalidad sueca, han sido asesinadas la noche del lunes en la capital belga a manos de un presunto yihadista que ha comenzado a disparar con un fusil de asalto en plena calle en el centro de la ciudad antes de emprender la fuga. Una tercera persona, el conductor de un taxi, ha resultado herido, pero según la fiscalía belga, está fuera de peligro. Las autoridades nacionales e internacionales hablan abiertamente de un “atentado”, sucedido apenas tres días después de otro ataque extremista en Francia contra un profesor de instituto. El presunto atacante, que pasada la medianoche permanecía huido, se ha identificado como islamista en un vídeo y el acto se produce en plena escalada de tensión internacional por el conflicto en Oriente Próximo. Aun así, los investigadores han subrayado que no se ha podido establecer todavía una relación directa con la ofensiva israelí tras el ataque sorpresa de Hamás de la semana pasada.
“Nada indica por el momento una relación con el conflicto israelí-palestino”, ha dicho el portavoz de la fiscalía belga, Eric Van Duyse, en breves declaraciones en la noche del lunes, en las que también ha confirmado que la fiscalía federal ha asumido la investigación de lo que se trata como un ataque de “motivación terrorista potencial”. La capital belga ha elevado el nivel de alerta terrorista a 4, el más alto de amenaza “grave e inminente”, debido a que el autor o autores sigue dado a la fuga; mientras que el resto del país la alerta está en nivel 3, de amenaza “grave”.
Desde el centro de crisis nacional, el primer ministro, Alexander De Croo, ha calificado en X (antiguo Twitter) el acto de “atentado” y ha confirmado que las víctimas mortales son de nacionalidad sueca. En las redes sociales circula un vídeo del presunto autor reivindicando el ataque, en el que habla de hasta tres víctimas mortales, en nombre del Estado Islámico y que, según dice en árabe, ha hecho para “vengar a los musulmanes”. La policía busca activamente al autor o autores del ataque, registrado días después del asesinato de un profesor de instituto en Francia el pasado viernes, que ha puesto al país vecino en máxima alerta terrorista también. El ministro de Exteriores sueco, Tobias Billström, ha asegurado que las autoridades suecas colaboran estrechamente con las belgas “para poder arrestar al autor”, todavía desaparecido.
Medios belgas han identificado al presunto atacante como un hombre de origen tunecino y residente en Bruselas, domiciliado en el municipio de Schaerbeek, de 45 años. Según La Libre Belgique, es demandante de asilo desde 2019. La televisión estatal belga ha mostrado una foto distribuida por la policía que se correspondería con la imagen del hombre que reivindica el ataque en las redes sociales.
Los hechos han sucedido poco después de las 19.00 en el centro de Bruselas, cuando, según recogían algunas cámaras, un hombre vestido con una chaqueta fluorescente naranja —el mismo que luego ha sido visto en el vídeo reivindicativo— baja de una motocicleta armado con un fusil de guerra y comienza a disparar en una calle céntrica bruselense, según algunos medios al grito de “Alá es grande”. A continuación, el hombre entra en un edificio y realiza varios disparos más, uno presuntamente a quemarropa contra una persona tirada en el suelo. Posteriormente, ha salido y ha disparado contra un taxi, antes de emprender la huida en la misma motocicleta en la que llegó al lugar del ataque.
Según una traducción del diario Le Soir, en el vídeo, el presunto autor, se identifica como Abdesalam. “Vivimos por nuestra religión y morimos por nuestra religión, gracias a Dios. Vuestro hermano Abdesalam ha vengado a los musulmanes, acabo de matar a tres suecos”, dice en el vídeo. La prensa ha identificado el acento del hombre, un joven de tupida barba, como de origen tunecino. El portavoz de la fiscalía ha confirmado que “se ha realizado una reivindicación en las redes sociales por una persona que se presenta como el atacante y que se dice inspirada por el Estado Islámico”. “La nacionalidad sueca de las víctimas también ha sido mencionada como motivación probable del acto”, ha agregado.
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“Mis sinceras condolencias a los familiares de las víctimas del cobarde atentado de Bruselas”, ha dicho De Croo desde el centro de crisis nacional. El primer ministro ha asegurado que se está “siguiendo la situación” junto con sus ministros de Interior y Justicia y ha pedido a los ciudadanos de Bruselas “permanecer vigilantes”. Las autoridades locales y nacionales han instado a los bruselenses a quedarse en casa o a volver a sus hogares rápidamente, si bien más allá de las zonas perimetradas la circulación en la ciudad era normal. Casi a media noche, el centro de crisis ha anunciado que se comenzaba el proceso de evacuación de los miles de seguidores del partido Bélgica-Suecia que se celebraba en el estadio Rey Balduino cuando se produjo el ataque. Los 35.000 espectadores fueron instados a permanecer en el recinto deportivo hasta la medianoche debido a que el atacante permanecía fugado y hasta que pudieron ser escoltadas de manera segura.
De Croo también se ha comunicado con su par sueco, Ulf Kristersson, a quien ha presentado sus condolencias. “Como aliados estrechos, la lucha contra el terrorismo es conjunta”, ha asegurado en un mensaje dirigido al jefe de Gobierno sueco. También están reunidos con De Croo el alcalde de Bruselas, Philippe Close, que ha asegurado que las fuerzas de seguridad están “movilizadas” para garantizar la seguridad de los ciudadanos, y varios de los ministros del gabinete.
Alerta máxima
El nivel de amenaza terrorista ha sido elevado en la capital a 4, el máximo, algo que no sucedía desde los atentados en el aeropuerto de Zaventem y una estación de metro de 2016 que dejó 33 muertos y cientos de heridos, y cuyos responsables, en su mayoría también condenados por los atentados del 13 de noviembre de 2015 en París, acaban de recibir, hace solo unas semanas, largas penas de cárcel en uno de los procesos más largos de la historia reciente del país. La ministra de Exteriores, Hadja Lahbib, también se ha declarado “horrorizada ante el ataque terrorista” y ha reclamado que “se movilicen todos los medios necesarios para combatir el radicalismo”.
El ataque también ha conmocionado a los principales responsables de la UE, que tiene su sede principal en Bruselas. “Mis pensamientos están con las familias de las dos víctimas del abyecto atentado en Bruselas”, ha tuiteado la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, que ha asegurado que los europeos están “unidos contra el terror”. Uno de los primeros responsables europeos en reaccionar ha sido el comisario europeo de Justicia, el belga Didier Reynders, que ha hablado de un ataque yihadista. “Después de Francia, también Bélgica vuelve a ser atacada por el terrorismo islamista”, ha tuiteado. “Debemos permanecer de pie, vigilantes y firmes ante esta amenaza permanente”, ha agregado. Su colega de Interior, Ylva Johansson, se ha mostrado conmocionada por un “ataque terrorista” en Bruselas y ha indicado que está en contacto con la ministra de Interior belga, Annelies Verlinden.
Partido suspendido
Las dos víctimas mortales confirmadas son de nacionalidad sueca. Al menos una de ellas portaba una camiseta del equipo nacional. La selección belga, los Diablos Rojos, jugaba este lunes contra la selección sueca en Bruselas en la Eurocopa. El partido de fútbol entre Bélgica y Suecia empezó a su hora prevista. Pero, según la televisión pública sueca SVT, al descanso, al saberse la nacionalidad de los fallecidos, los jugadores suecos se negaron a volver al campo. Según SVT, el jefe de seguridad de la federación sueca, Martin Fredman, dijo que no quería que hubiera “suecos circulando por la ciudad” mientras los sospechosos no estén detenidos.
Varias líneas de metro de la capital han sido clausuradas preventivamente. En Francia, el ministro del Interior, Gérald Darmanin, ha ordenado que se refuercen los controles fronterizos con Bélgica, según la Agencia France Presse.
El presunto atentado en Bruselas se comete tres días después de que el terrorismo islamista volviera a golpear en el corazón de Francia. Dominique Bernard, un profesor de francés de 57 años, murió el viernes apuñalado por un islamista en el instituto público Gambetta-Carnot de Arras, municipio de 40.000 habitantes del norte de Francia. El atacante, detenido e identificado como Mohammed Mogouchkov, pronunció la frase “Allahu akbar” (Dios es grande) en el momento de los hechos. Se trata de un hombre de 20 años, antiguo alumno del centro, de nacionalidad rusa y originario de Ingushetia, según algunas informaciones. Las autoridades lo tenían fichado por radicalización islamista.
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